sábado, 15 de noviembre de 2008

Reflexiones acerca de la Convención Internacional bahá'í 2008

Hola amados!
Después de algun tiempo... volvemos con un artículo único en el que se plasma una experiencia personal vivida por un bahá'í, Nabil Juzgado. Él es de Castellón (España), pero hace algunos años que vive en Guinea Ecuatorial y sirve ahí como miembro de la Asamblea Espiritual Nacional. Es así como, a finales de abril, asistió a la Convención Internacional en Haifa (Israel), Centro Mundial de la Comunidad bahá'í. Cada cinco años, se reúnen todas las Asambleas Nacionales bahá'ís de todo el mundo. Este año participaron 1200 personas de todas partes del mundo, a fin de elegir los 9 miembros que formarían la Casa Universal de Justicia durante los siguientes 5 años.
No me enrollo más... porque la descripción de semejante encuentro sólo la puede hacer alguien que lo ha vivido de primera mano.
Gracias Nabil!

“Días de absoluta felicidad”, así es como la Casa Universal de Justicia, órgano de gobierno de la Comunidad Mundial Bahá’í, califica la Convención Internacional a la que tuve el honor de asistir en mayo de este año (2008). Es imborrable la huella que dejó en mi corazón y seguro que en la de otros muchos delegados también, la oportunidad de compartir un deber sagrado como es el de elegir una Institución ordenada por Bahá’u’lláh, con delegados provenientes de más de 150 países diferentes. No podré olvidar el espíritu de paz y arropamiento que se respiraba desde el primer momento en el que llegamos al aeropuerto y miembros del Centro Mundial estaban esperándonos para recibirnos y guiarnos a nuestra siguiente parada para la inscripción en la Convención. El espíritu de completo servicio y desprendimiento por parte de todos los voluntarios, de nacionalidades muy dispares y diversas, que nos asistieron durante los 6 días que duró este evento fue verdaderamente admirable y emocionante.



Si gustamos, podríamos dividir la Convención en tres bloques: uno preparatorio antes de la elección de la CUJ, otro que sería el día mismo de la elección y por último un bloque de consulta. Durante el periodo de preparación cada delegado a nivel individual, a través de oración y meditación en los Lugares Sagrados y siendo conscientes de nuestro deber como representantes de nuestras comunidades en este evento, pudimos madurar la responsabilidad en nuestras manos como votantes y pedir Asistencia Divina para tan abrumadora decisión. El día mismo de la elección se respiraba aún más, si cabe, una atmosfera de total humildad, desprendimiento y absoluto respeto durante el transcurso de la elección. No tengo palabras para describir el sentimiento previo a depositar mi papeleta en la urna. Estaba nervioso, pero no por los cientos de ojos mirando en ese momento, sino por el significado que tenía para la humanidad y evidentemente para mí en ese momento, formar parte de un proceso de elección totalmente libre, sin partidismos, candidaturas o cualquier otro tipo de elemento que pudiera desviarme del propósito último de elegir a aquellas 9 personas que reunieran esas nobles cualidades de: “lealtad incuestionable, de devoción sin egoísmos, de mente bien preparada, de reconocida habilidad y madura experiencia”. Por fin y durante la consulta, cada delegado que lo deseaba, podía compartir los logros y éxitos, así como retos y pruebas durante la puesta en práctica de las guías ofrecidas desde el Centro Mundial para llevar a cabo el Plan de Crecimiento en cada comunidad. Sin duda esto permitió “que los delegados y los amigos reunidos adquieran una visión más profunda y amplia de la Causa por medio del aumento del espíritu de unidad y de cooperación entusiasta.” Desde luego yo no podría expresar y afirmar mejor con mis propias palabras, que esto y mucho más se logró verdaderamente en un evento único y sin parangón como el que vivimos todos los delegados participantes en la X Convención Internacional.

domingo, 22 de junio de 2008

La Felicidad

Esta semana tenemos el placer y el gusto de compartir con todos vosotros la opinión de Kimia sobre que es para ella la felicidad. Realmente es muy interesante y a mi personalmente me ha aportado un montón, así que os animo a todos a leerla y compartir después también vuestra opinión en el apartado de comentarios. Sin más preámbulos, aquí os dejo con el texto de Kimia:


Texto de Abdu’l-bahá (hijo del fundador de la Fe bahá’í)

Estas son algunas de las líneas que dice ‘Abdu’l-Bahá en el libro de “Contestación a unas preguntas”, que por cierto, me parece muy interesante y diverso en temas.

La felicidad… se dicen muchas cosas de ella. Para algunos es algo muy relativo, para otros solo hay una forma de ser feliz. Yo creo que eso depende de a qué llamemos “felicidad”.

Yo creo que la felicidad es algo que depende de cada persona. En un determinado momento… yo puedo estar en una situación, y pasarlo muy mal, o puedo estar en esa misma situación y ser feliz. Creo que todas las personas tienen el mismo derecho a ser felices, independientemente de las cosas que hayan hecho a lo largo de sus vidas. Esa persona a la que no conocemos apenas, pero que ya la hemos etiquetado de alguna forma, que pensamos que seguro que es mala persona, que se mete con mucha gente… no tiene por qué ser así. Muchas personas lo piensan, pero no tiene por qué serlo. Y aunque lo fuera, esa persona tiene derecho a ser feliz. ¿Que la gente hace cosas malas? Peor para ellos… pero será Dios quien deba juzgarles, nosotros no, es más, si lo hacemos, ese acto de juzgar a otros, también será juzgado por Dios. Pero de todas formas, todos debemos tratar de ser felices.

Puede que para muchos, el objetivo en la vida sea ser felices, vivir bien, tener una buena familia, otros también consideramos nuestra parte espiritual, pero todos buscamos la forma de ser felices. ¿Cómo puedo ser feliz? Intentándolo. Para ser feliz, yo creo que simplemente debemos querer serlo. Puede ser que viva en unas duras condiciones, que esté pasando por un mal momento, o cualquier situación. Yo creo que para ser feliz, solo debemos mirar a nuestro alrededor, y saber apreciar lo que tenemos. Todo eso que realmente vale. En la vida pasamos por muchas cosas, a veces las llamamos “buenas” y “malas”, pero todo son pruebas, pruebas que nos ayudan a crecer. La vida avanza mediante un constante proceso de “crisis” y “victorias”, cada crisis nos trae una victoria, y si mayor es la crisis… y más nos cuesta superarla, debemos hacerlo de forma segura, con firmeza… y ¿por qué no?, con felicidad. Entonces… mayor será la victoria que lograremos.

En algunas ocasiones una crisis parece pequeña, la tratamos de superar, y va aumentando en dificultad. ¿Y dónde está mi victoria? Debemos ser perseverantes… pacientes, todo llega a su tiempo. Si utilizamos bien nuestras herramientas, durante esa crisis podemos ser felices, pro supuesto que podemos, en todo momento podemos serlo. Además, esto nos ayudará a crecer, y a elevar nuestra propia autoestima, y la de los demás. Porque hablar con alguien que es feliz… se nota, y esta felicidad es contagiosa, lo cual es un punto a su favor =P

Seamos felices, tratemos de demostrarlo, sonreír es una forma de hacerlo, pero hay muchas otras. Bueno, siento haberme alargado tanto, espero que os guste. Quiero decir también, que todo este artículo es de opinión personal. Es así como yo veo que funciona el mundo en que vivimos. Y realmente… creo que las cosas encajan. Un saludo a todos (con sonrisa incluida).